A las seis de la tarde del martes 25 de agosto se inició la ceremonia de certificación del primer congreso infanto-juvenil, en la villa Valle Esperanza Uno, del barrio Sol Poniente (Maipú).
Congreso en el que según Sonia Rubio, presidenta de la junta de vecinos y del consejo vecinal de desarrollo, participaron unos setenta a ochenta niños, niñas y jóvenes, de entre 8 a 23 años.
Y cuyo objetivo era recoger sus impresiones respecto de lo bueno y lo malo de la villa, y sus ideas para mejorarla.
No era el único propósito. En palabras de Rubio:
“La idea era capturar una parte que no teníamos cautiva acá, para la participación. Si bien tenemos en el telecentro muchos niños que están participando activamente, los jóvenes no. Entonces decidimos que había que hacer algo, para poder empezar a trabajar más con ellos, porque nosotros hacemos actividades y convocamos a los niños a las actividades pero ellos no se comprometen a estar todo un mes viniendo, o venir todas las semanas”.
Asimismo:
“La idea es formar un grupo de jóvenes que trabajen acá, que hagan actividades con los más chicos, o que hagan actividades para ellos, que nos cooperen a nosotros en las actividades, que formen un comité juvenil. Tienen ideas maravillosas”.
El congreso se desarrolló durante todos los martes de agosto, y fue impulsado por la junta de vecinos, con el apoyo de los dos telecentros (proyectos financiados por la Subsecretaría de Prevención del Delito, a través de la Universidad Central, que provee de Internet y fotocopiadora gratis a la comunidad), y las Oficinas de la Infancia y de la Juventud del municipio, ambas dependientes de DIDECO.
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.
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