Por (*) José Olivares Montoya
Nada más educativo para los partidos políticos, que las primarias de la comuna de Providencia de hoy domingo 13 de mayo.
Triunfó María José Errázuriz, dirigenta comunal, independiente, con el 39,7% de los votos, disputando el primer lugar con el también independiente, Cristian Bellolio quien obtuvo el 35,7%.
Más atrás, relegado a un honroso tercer lugar, medalla de bronce, el representante de la concertación, Javier Insulza, militante del Partido Socialista de Chile, con un mísero 23,63%. Contó con el apoyo de su padre el poderoso Secretario General de la OEA José Miguel Insulza, quien públicamente declaró que venía a apoyar a su retoño. Los analistas coinciden que secretamente el ex panzer quería catar como estaba posicionado su nombre en el paladar de los votantes. Además, toda la concertación se puso detrás de su candidatura.
Como he deslizado en escritos anteriores (hace dos años escribí que hay que aprender de las derrotas) el paladar de los votantes está cada día más exigente y su fuerza nace precisamente de haberse dado cuenta de que pueden solucionar sus problemas solitos, como la señora de Pelequén, como los dirigentes estudiantiles, o los de Aysén, de Calama o como lo gritó con mucha fuerza una vecina de San Juan ( para los que no lo conocen, esta población queda aquí cerquita, en el camino a Melipilla, en nuestra comuna), en un Concejo Municipal del mes de Abril;” Nosotros nos defendemos solitos, no los necesitamos”.
Fuerte y claro.
En Providencia los vecinos le han gritado a los partidos políticos que sigan con sus elecciones internas, que se disputen el poder dentro de ellos mismos, que se repartan los cargos de gobierno antes de que Michelle Bachelet sea electa presidenta porque “el pueblo unido avanza sin partido”.
Cuidado.
Los partidos políticos son importantes. Pero deben hacer un proceso de reingeniería política y no pasarse de giles (también lo escribí no hace mucho), entendiendo los mensajes ciudadanos para conducir los procesos de cambio y satisfacer las demandas ciudadanas.
En la revolución francesa la heroína se llamaba Mariana.
En Providencia se llama María José Errázuriz.
No sé si le ganará al alcalde Labbé, pero si sé que fue capaz de derrotar a la maquinaria política.
Por favor, saquemos lecciones de lo que esta sucediendo con la ciudadanía y cuidemos la política para que en Maipú no ocurra lo mismo. Que perdamos.
(*)José Olivares Montoya
Ex Concejal de Maipú
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.
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