Pocas novedades al inicio del mes de marzo cuando se supone debieran estar a tablero vuelto las elecciones primarias de la concertación, particularmente en la comuna de Maipú.
¿Falta imaginación, faltan recursos, hay poco interés de los ciudadanos? , lo único que parece cierto es que a la gente común y corriente, poco le interesa lo que sucede en torno a los eventuales candidatos que sueñan con instalarse en el sillón alcaldicio de la comuna.
Fomeque, es hasta el momento la performance de los candidatos, y esta fomedad pareciera ayudar a las aspiraciones del que ya tiene una experiencia en el cuerpo, en este caso al candidato Vittori de la Democracia Cristiana, que sin correr tan fuerte tiene un objetivo saldo a favor hasta el momento.
Carol Bortnick, apuesta a un trabajo en la base ciudadana, que solo la elección podrá dilucidar como efectiva o sencillamente como un fracaso en el diseño que lidera su jefe de campaña concejal Carlos Jara.
La otra candidatura socialista está en lo de siempre con Calderón en su rol de dirigente de los consumidores más que en el de candidato a las primarias para la elección del candidato a alcalde de la concertación.en Maipú
Hay un manifiesto desamor o desafección que pareciera tener sus principales derroteros en una diaria monserga en que un gobierno que a pesar de contar -según decía- con los más exitosos emprendedores y más ilustrados académicos dispuestos a realizar un descomunal trabajo de 24 horas siete días a la semana, se encuentra varado en el barroso curso de sus intrincados propósitos, en los que ni siquiera consigue poner de acuerdo a sus propios partidarios, lamentable situación que afecta el entusiasmo y provoca desgano por la falta de clase en el estilo gobernante de la derecha que se quedó en las ideas y promesas de la nueva forma de gobernar sin dar a esto algún contenido, que les permita dialogar con la ciudadanía sin tener que refugiarse como lo dicta su historia, en la prepotencia y la represión.
Por su parte, la concertación, sobrevive lejos del encanto y la frescura de sus jóvenes años, ahora es más bien una dama que perdió su figura y a la que todos le hacen el quite y sus dirigentes y líderes emergentes o remake tienen discursos embrollados e insípidos.
No existe pasión por la política y está a lo menos en cierto grado de duda el verdadero sentimiento de servicio a los demás y en este cuadro resulta algo injusto pedir a los noveles candidatos locales a las primarias de la concertación, que motiven y hagan una revolución amorosa en la participación política comunal.
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.
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