Tiempo de lectura: 2 minutosLa Corte Suprema dictó sentencia definitiva en la investigación por los secuestros calificados de José Flores y Rodolfo González, detenidos el 23 de julio y 23 de agosto de 1974 respectivamente, proceso que investigó en primera instancia el ministro en visita Alejandro Solís.
La investigación de Solís logró acreditar que:
Rodolfo González, de 19 años de edad, era conscripto de la FACH destinado a las filas de la DINA. Entre las labores que le correspondía efectuar estaba la custodia de los detenidos que se encontraban en el Hospital Militar, y les ayudó a varios de ellos, trayendo y llevando correspondencia con sus familiares.
Tras ser delatado, fue detenido en su domicilio y trasladado hasta “Villa Grimaldi”, lugar donde los demás agentes de la DINA lo trataron muy mal, de un modo despectivo, por ser “traidor”. Para escapar de las torturas se lanzó desde “La Torre” y resultó herido de su pierna derecha, hasta que un día fue sacado de ese recinto y nunca más se supo de su paradero.
José Flores en tanto, también de 19 años, estudiante secundario, militante del Partido Comunista, fue detenido el día viernes 23 de agosto de 1974, aproximadamente a las 10:00 horas, por una patrulla militar al mando del teniente Haroldo Latorre, desde el interior de la Escuela Industrial “4 Álamos”, de Maipú, acusándosele de ser portador de una lista para conseguir dineros para el Partido Comunista, siendo trasladado hasta la Escuela de Suboficiales del Ejército ubicada en Blanco Encalada N°1550.
Allí fue interrogado por el Teniente Hernán Ramírez Hald, jefe del Departamento II), de Inteligencia, de la mencionada Escuela, y esa misma noche lo pusieron a disposición de agentes de la DINA.
Los agentes trasladaron a Flores hasta “Villa Grimaldi”. El día 29 de agosto un agente de la DINA concurrió a la casa del detenido señalándole a la madre que su hijo se encontraba a disposición de la DINA, perdiéndose todo rastro suyo hasta la fecha.
Recuerdos de José Flores
José Flores fue compañero de curso del ex presidente de la Agrupación de Derechos Humanos de Maipú, Patricio Chandía.
También de Víctor Mix, quien hace algún tiempo contó a La Batalla que a José le decían “Toro Loco”, y que vivía junto a su familia en Portales con Carmen:
“(…) en el primer pasaje; Chillán creo que se llama”.
Del día de la detención, recordó:
“Estábamos en la sala, y de repente entró un tropel de milicos, acompañados del director, y nos hicieron poner las manos en el banco. Nos revisaron las mochilas, los bolsones, y de repente uno dijo AQUÍ ESTÁ, y se lo llevaron”.
De acuerdo al relato de Mix, el profesor que estaba en la sala, de apellido Zamora, socialista, dijo a los captores que le recordaban la época Nazi. Los militares lo detuvieron a él también y se lo llevaron:
“A Zamora me lo encontré en años posteriores, por lo tanto sobrevivió a la experiencia. Pero de José nunca más se supo”.
El fallo
El máximo tribunal acogió recurso de casación para condenar al Fisco por el daño moral provocado y conceder indemnización de $ 70.000.000 (setenta millones de pesos) a una familiar de una de las víctimas y ratificó condena de 20 años para los ex agentes de la DINA César Manríquez Bravo y Marcelo Moren Brito, y de 10 años y 1 día de presidio para a Gerardo Urrich González, Manuel Carevic Cubillos, Hernán Ramírez Hald y Haroldo Latorre Sánchez.
El fallo determina que en casos por violaciones a los derechos humanos las acciones judiciales son imprescriptibles tanto en el aspecto penal como en el civil.
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