Fotografías de Estefanía Henríquez.
El Capitán Víctor Hernández Salas nos recibió minutos antes de comenzar con los preparativos para la esperada ceremonia, donde mientras se probaba sonido, se preparaba el cóctel, se ubicaban en su sitio las sillas para los asistentes, y otros se cambiaban de vestimenta.
Brevemente nos contó que lleva 13 años de voluntario. Aunque fue fundador de la compañía, por motivos personales se retiró y luego se reincorporó hace ocho, sumando en total 13 años de servicio. Quien además es Ingeniero en Climatización, indicó que es bombero por “vocación de servicio” y porque “siempre he pensado que uno tiene su misión en la vida”.
Mientras que René, voluntario hace siete años, calificó la experiencia como “una de las mejores que me ha pasado en la vida”, “entré por ayudar a la gente y no hay nada mejor que cuando te dicen: muchas gracias”.
Con respecto a la participación en los incendios del sur del país, el Capitán nos contó que del Cuerpo “enviamos 18 voluntarios” y funcionaron como centro de acopio de la comunidad. “Mandamos en dos oportunidades camiones al sur, el primero a Constitución y el segundo a Navidad”.
René, quien no pudo participar en el operativo en el sur de Chile porque “estaba trabajando de tesorero en una sucursal bancaria” indicó, además, “trato de venir todos los días pero no se puede, entre la pega, los estudios, la bomba…”
Un tema relevante debido a que los Bomberos de Chile no reciben remuneración alguna por su arriesgada labor, y por ende, deben realizar actividades paralelas. En lo que el Capitán Hernández, no quiso ahondar mucho (en el tema económico), sin embargo señaló que “más que recibir una remuneración, el tema va por mejorar las condiciones, las subvenciones, todas las cosas son con IVA, si bien los carros los entrega el Estado, los mantenimientos de los carros, instrumentación, etc. Antes de pensar en pagar a bomberos hay que ver otros temas”, “ya fue un avance que el año pasado se haya eliminado el pago de peaje”.
En cuanto a los accidentes y lesiones que pueden sufrir en su labor, “nosotros tenemos seguro de accidentes que nos atienden en la mutualidad, no cotizamos. Por tanto, cuando se debe atender a un voluntario lesionado, el costo es particular, no lo pagamos nosotros, lo paga el Cuerpo”.
Situación que vivió don Víctor Silva, quien es conductor del carro bomba en la Séptima Compañía, pero además es voluntario de bomberos en Metropolitano Sur hace 40 años. Quien nos contó que en su labor de conductor, el primero de enero de 2016, iban llegando a un incendio y los afectados golpeaban el carro, cuando “yo me bajé del carro, me pegaron un fierrazo en la cabeza”. Lo que le significó 14 puntos y 12 días de licencia.
Lo que él atribuye a la desesperación de la gente: “si a ti se te quema la casa, llamas a los bomberos y a ti se te hace eterno”. “Nos demoramos siete minutos”.
Ampliación del cuartel
Hoy, la Séptima Compañía cuenta con 54 voluntarios y 14 postulantes, por lo que surgió la necesidad de ampliar el cuartel de Av. El Descanso 644. La construcción de la “primera etapa” lleva aproximadamente cinco años y se espera se pueda terminar para mediados de este, según cuenta el Capitán.
En la “segunda etapa”, que consistiría en la unión de los cuarteles y la modificación de la sala de los guardias nocturnos, existe la intención de postular a un fondo concursable municipal.
La primera etapa se ha financiado por “nosotros mismos, con recaudaciones que hemos hecho, arriendo de espacios… En esto llevamos cinco años porque nos ha costado”.
Además, cuenta el voluntario René, en relación a las colectas: “la mayoría da, hay otros que pasan cerca tuyo y ni siquiera te miran”.
El Capitán se refirió asimismo al tiempo que les demandan las capacitaciones: “años atrás los bomberos solo apagaban incendios, hoy día el abanico de emergencias es súper amplio: emanaciones de gases, rescates vehiculares, rescates en desnivel, en cuerdas, operaciones verticales, entre otros. Estamos a dos o tres minutos de la autopista”, donde existe “presencia de vehículos que transportan materiales peligrosos, y tenemos que estar preparados para esas cosas”.
“De repente cuesta compatibilizar los tiempos, esto requiere de hartas horas de capacitación, servicio y vida de cuartel”.
La Ceremonia
La ceremonia comenzó a las 20:44 con voluntarios uniformados frente al cuartel, y con la autorización del Superintendente Mauricio Delgado Letelier.
Pese a las adversidades, la Séptima Compañía celebró con orgullo su vigésimo segundo aniversario, acompañados de autoridades de otras compañías y familiares.
Entre ellos Bárbara Obregón y su hijo Sebastián de seis años, quien “desde que nació venía con el chip” (de ser bombero).
Periodista y comunicadora social en márketing. Vive en Maipú. Amante de la vida, los libros y los perros.
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