En el Colegio Las Américas, ubicado en la calle Marco Antonio de Villa El Abrazo, se llevó a cabo la tarde del martes 31 de enero la primera reunión entre el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), representantes de la Sociedad Nacional de Oleoductos SONACOL y residentes de Maipú, entre ellos dirigentes y dirigentas vecinales y el concejal Gonzalo Ponce. Aunque a esta instancia podían asistir todas las personas interesadas, lamentablemente la participación fue muy baja.
Ver: Poquísimos vecinos de El Abrazo llegaron a reunión sobre oleoducto de SONACOL.
Ver: Esta es la presentación sobre el oleoducto que mostró SONACOL en El Abrazo.
Ver: Fijan reuniones con la comunidad sobre proyecto de oleoducto en Maipú.
Esta reunión de participación ciudadana buscaba generar una mesa de diálogo entre la ciudadanía y la empresa titular del proyecto “Segunda Línea Oleoducto M-AAMB”. El proyecto trata de una tubería de acero subterránea que transportaría combustible de aviación desde Maipú hacia el aeropuerto Arturo Merino Benítez (AMB) ubicado en Pudahuel. Tendría una longitud de 27 kilómetros y se encontraría a una profundidad de 1,8 metros. Su trazado para la comuna bordea los barrios Industrial, El Abrazo, Los Bosquinos, Pehuén, Sol Poniente, Portal del Sol y La Farfana.
SONACOL señala que esto surge de la necesidad del aumento de la demanda del aeropuerto, y que de no construirse un oleoducto, el combustible sería transportado en camiones, generando un impacto aún mayor.
“yo no quiero un oleoducto”
En esta instancia, las y los vecinos (en su mayoría aunque no exclusivamente dirigentes sociales de otras villas afectadas por el proyecto) llegaron con la predisposición de dejar en claro que no quieren un oleoducto a metros de sus casas. Muchos, además, con una serie de preguntas y miedos ante las posibles consecuencias de esta operación, como por ejemplo el miedo a que se produzca una filtración, un incendio, incidentes producto de los sismos, y explosiones.
Frente a inquietudes como esta se tuvo que enfrentar la gente de SONACOL, que a pesar de las interrupciones donde muchas veces se recalcó “yo no quiero un oleoducto” de alguna manera intentó dar garantía de que no sería posible un daño como el mencionado, aunque no lo pudo asegurar en su totalidad.
En la jornada que se extendió por tres horas comenzó hablando el director (s) del SEA, Mario Arrué, para luego dar la palabra a otra funcionaria del organismo quien explicó brevemente el funcionamiento del mismo y el plazo para la participación ciudadana, que termina el tres de abril del presente año. En esta instancia, toda persona natural o jurídica puede formular observaciones al proyecto, las cuales deben ser respondidas por el titular del proyecto y consideradas por la autoridad en la evaluación. Dichas observaciones se pueden realizar directamente en las oficinas del SEA o por medio de su página web, para lo que primero deben registrarse en el link:
http://seia.sea.gob.cl/condiciones.php?modo=registro
Luego, antes de que tomaran la palabra los representantes de SONACOL, el abogado Gabriel García anunció estar en representación de la alcaldesa, quien estaría interesada en conocer la opinión de los presentes, por lo que llevaba con él un libro donde las personas interesadas podían escribir sus dudas y/o comentarios. El representante rápidamente se vio enfrentado a los cuestionamientos acerca de la posición de la municipalidad, sobre lo que no hubo pronunciamiento.
Cabe mencionar que en el año 2013 la empresa ingresó un proyecto del que posteriormente desistió, el cual contaba con una inversión y longitud menores a las del proyecto actual. La administración de ese entonces, en conjunto con la participación ciudadana, rechazó dicho proyecto estimando el gran impacto y daño a la calidad de vida de las y los maipucinos.
Hoy se presentan nuevamente, con una inversión de 60 millones de dólares pero que aún no termina de convencer a los vecinos quienes buscan una nueva modificación en el trazado, con la idea de que este no interfiera en barrios residenciales aunque esto signifique un costo mayor para la empresa.
La presentación
Ver: Esta es la presentación sobre el oleoducto que mostró SONACOL en El Abrazo.
Comenzó la presentación de SONACOL con una breve reseña de la empresa donde se mencionó que tiene 60 años de experiencia, su única tarea es transportar combustible vía oleoducto y son responsables del 80% del abastecimiento de la Región Metropolitana. Actualmente cuentan con un trazado de 465 kilómetros de longitud, distancia que según sostuvieron “no sería nada en comparación con los oleoductos que cuentan en otros países”.
Posteriormente, proyectaron un video explicativo del proyecto donde se mostró a grandes rasgos los detalles de la “segunda línea del oleoducto” y pusieron énfasis en que un oleoducto es la mejor opción, ya que “no se sienten ruidos y en la franja crecen plantas”. Frente a ello estaría la opción de transportar en camiones, aumentando la congestión vehicular, la contaminación atmosférica, y la posibilidad de accidentes. Ante esto un vecino preguntó: ¿por qué no hacerlo de esa forma y así se les da trabajo a más personas?.
La empresa sostuvo que el oleoducto en sí no genera impacto en la calidad de vida de las personas, pero que la construcción de este sería el mayor problema. Aunque su obra se realizaría por tramos y no sería necesario en ningún caso realizar un corte de tránsito para estos efectos. En relación al ruido propio de una construcción, proponen pantallas acústicas y malla raschel para las partículas.
Inquietudes
Los representantes de SONACOL eran Gustavo Carrasana, ingeniero de proyecto; Jorge Vásquez, ingeniero especialista en prevención; Marcelo Osorio, arquitecto; Baldomero Sáez, impacto ambiental; Roberto Jadue, jefe de proyecto y Madie Padilla, quien dirigió la participación temprana. Cada una de estas personas especialistas en un área, se enfrentaron a las inquietudes de las y los vecinos. Entre ellas, la plusvalía de las propiedades que se verían afectadas con la instalación de un nuevo oleoducto a metros de sus casas. También se mencionó la disconformidad de las medidas de mitigación en el proceso de construcción sobre la implementación de malla raschel, la cual prevén no sería suficiente. Preocupados por los accidentes producto de los trazados actuales de SONACOL, solicitaron un historial de siniestros, entre otros.
Se pidió, además, transparentar la participación ciudadana temprana ya que vecinas y vecinos presentes no tenían conocimiento de dicha gestión, a lo que la empresa respondió que estas conversaciones se realizaron con los sectores que se verían más afectados, las villas Los Bosquinos y El Abrazo.
No todas las inquietudes alcanzaron a ser respondidas, en consideración del tiempo en el que se extendió la, por momentos agitada, reunión. Que estuvo marcada por intervenciones como la de don Jorge Rojas, disconforme con las medidas de mitigación en relación a la devaluación de su propiedad: “aceptaría que se ponga el oleoducto si me pagan 80 millones de pesos”, sostuvo.
Por otro lado, la dirigenta de la villa Santa María IV, doña Carmen Moreno, dijo: “les vamos a hacer la vida bien difícil”. Otra vecina comentó: “no quiero a SONACOL, somos un polvorín, vamos a desaparecer del mapa”.
Evaluaciones
La jornada tuvo una evaluación positiva para Roberto Jadue, jefe de proyecto de SONACOL, quien afirmó: “nos parece que tuvimos un buen resultado, si porque hemos aclarado algunos puntos, hemos visto que hay muchas dudas con respecto al proyecto, hay unas ideas preconcebidas con respecto a lo que puede significar la construcción, tratamos de aclarar la mayoría y creo que algo logramos”.
Jadue, consciente de la negativa de los vecinos sostuvo: “no pretendemos convencer a las personas que se oponen al proyecto porque es imposible (…) pero sí que entiendan en qué consiste el proyecto, a lo que apuntamos y que no es a dañar ni a molestar a los vecinos”.
Por su parte, el concejal Gonzalo Ponce, perteneciente al Partido Ecologista Verde, único integrante del Concejo Municipal de Maipú presente, y quien preside la comisión del Medio Ambiente en el Concejo, calificó la instancia como “constructiva”.
“Considero que la gente del SEA está bien instruida, dieron en punto mucho más objetivo y acabado para la gente, para que sepan cómo participar, como accionar”.
“Por parte de la empresa considero que trataron de mostrar el por qué se tienen que, según su visión, instalar en la comuna, pero nuevamente no muestran voluntad de cambiar en los aspectos fundamentales, como por ejemplo, no hay ningún ápice de que tengan la voluntad de poder cambiar el trazado, no hay ninguna voluntad de exponer con claridad cuáles van a ser las medidas de mitigación, cuales son las compensaciones reales que van a tomar. En ese aspecto creo que quedamos al debe”.
Le preguntamos su posición frente al oleoducto y sin pensarlo dos veces nos contestó: “desapruebo”.
El concejal nos contó que desconoce la postura de la municipalidad pero “es fundamental que tomen una postura clara, puesto que hasta el momento la administración no se ha pronunciado, solo ha aportado a los espacios pero no ha dicho cuál es su posición frente a este proyecto”.
No obstante, menciona haber “sondeado” con sus compañeros concejales quienes coincidirían con su planteamiento.
La invitación es a formular sus observaciones frente al Servicio de Evaluación Ambiental en la instancia de participación ciudadana, cuyo plazo expira el día tres de abril. Además, de participar de las próximas reuniones que se lleven a cabo y que las fechas se irán informando por este medio.
Periodista y comunicadora social en márketing. Vive en Maipú. Amante de la vida, los libros y los perros.
Sandra Caro dice
Yo vivo cerca de donde pasara el oleoducto y no teniamos idea de la reunion,hay mucha desinformacion ojala fueran mas transparentes cuando la haran y el horario.Me parece que un oleoducto y gaseoducto ya es mucho para esta parte de la comuna.
Francisco G dice
Creo que a nadie le gusta un oleoducto, una carretera, una linea férrea cerca, una torre de telefonía, pero, pucha que reclamamos cuando No hay carreteras, cuando pasan muchos camiones, cuando el celular no toma señal, cuando hay tacos y con un tren podríamos solucionar en parte esto.
Pensar que si usan camiones es dar mas trabajo, si a Bomberos, ambulancias , mas tacos, eso genera.
El oleoducto bien pensado y planificado (ya existiendo uno, podrían indicar su trazado) no debería causar mayor impacto; y sobre su construcción, No hay obra civil que No genere molestias durante su construcción,
Ahora los vecinos es su obligación informase que pasa en su entorno y participar de estas reuniones
Marta Fernandez dice
Marta Fernandez 17 Marzo 2017
El proyecto del oleoducto es inversiones de empresas con fines de lucro a gran escala, que discriminan a la Comuna al ofrecer reparar con migajas los daños que causaran a : suelos arables, pilar fundamental de la economîa local y de comunidades que viven de la agricultura en los 2 barrios agricolas de esta region. Harân intervenciôn en Canales de Regadios, Rios, Zonas urbanas, Caminos Viales y Pulmones Verdes de la Comunidad. Maipu presenta saturaciön de industrias 6 gaseoductos 1 oleoducto desde el año 998 y muchas otras de materiales peligrosos inflamables que de hacer efecto sinergico seria fatal.
Debemos rechazar este planteamiento, y que busquen otras alternativas, para ellos, esto es solo inversion. para Maipu es Calidad de Vida y Tierra Sana para nuestros descendientes.