Conversamos con Camilo Antileo. El músico de 23 años -a quien le incomodan las etiquetas y clasificaciones- nos habló sobre su historia, presente y proyecciones, en una entrevista que comenzó en el “Coffee Culture” y que terminó en “La Higuera”, ambos lugares cercanos a la plaza de Maipú, aparentemente diferentes pero con mucho en común. Reflejan que donde se construye el arte y la creación no es en los lugares e instancias de moda u “oficiales”, sino que en esos espacios ocultos… Contracultura, lo llama varias veces nuestro entrevistado.
¿Qué te motivó a comenzar tu camino en la música?
Lo que recuerdo es que no tenía muchos talentos; No actuaba, no cantaba, no pintaba, jugaba a la pelota pero tampoco era tan bueno… no tenía ningún brillo en verdad. Un día un compañero tocó en el colegio con su banda de Metal y dije “Esto es… Quiero hacer esto en la vida”.
Tuviste que armar tu propio sello.
Mira una vez fui a una radio y un tipo me dijo “Aquí indios No”, yo me iba yendo y lo escuché… Muchas puertas se cerraron no sólo porque fuera Mapuche, reconozco que también cantaba y sonaba mal, grabar en un estudio salía muy caro. Junto a 3 amigos nos decidimos y comenzamos a trabajar, estudiar, reunir dinero e invertir para construir nuestro propio sello… Epifanía Records. Es más, ahora ayudamos a otros artistas a grabar.
¿Existe la influencia de alguna banda o artista en particular. Algún movimiento, sonido o propuesta que te identifique y alimente?
A los músicos les gusta mucho hablar de sonidos, pedales, guitarras, cajas de batería, aspectos técnicos… En mi caso si bien hay varias influencias musicales y de sonido, creo que esta dimensión se queda en lo estético. Me interesa más encontrar referentes que alimenten la convicción de ser artista. Por ejemplo John Lennon me parece interesante como líder político y libertario… Víctor Jara, Mauricio Redolés, Florcita Motuda. Son más que músicos, son principalmente actores sociales, culturales, políticos.
El festival de la juventud
Hubo un episodio muy comentado, que ocurrió en el festival de la juventud organizado por la comuna de Maipú.
Iba a tocar en el festival de la juventud el pasado 15 de agosto. Llegué con una bandera mapuche y noté que les pareció mal desde el comienzo, se avisaron entre la producción, noté miradas raras y en eso me dijeron “Oye, tocan ahora”, aún faltaban 30 minutos para el horario estipulado de mi presentación. Mucha gente que venía a verme aún no llegaba, hice saber esa situación pero la respuesta fue “Tocas o no tocas”… Decidí tocar, pero luego de eso nos avisaron que no podíamos registrar con nuestras cámaras, bajaron a mis camarógrafos y manager.
Entonces quedó abajo del escenario la bandera mapuche y además no pudiste registrar en video tu show…
Claro, pero eso no es todo. Mientras yo aún cantaba – minuto 9 de 15 que habíamos acordado – iba a presentar “Salvajes sin Corazón”, mi primer corte con contenido explícitamente social y crítico, pero cortan los micrófonos de la batería y entra el animador mientras yo hablaba en el escenario, “Vienen bandas mejores” incluso dijo, nos molestó mucho, fue una falta de respeto, mucha gente comenzó a pifiar. Bajamos del escenario y me puse la bandera mapuche como una capa así como cuando Zamorano se ponía la bandera chilena. Y no sé por qué, no entiendo, pero los guardias no se separaron de nosotros, no hubo golpes ni nada pero se mantuvieron siempre a unos 3 metros. No pude ir a camarines, nos tuvimos que ir.
Y luego de ello decidiste explicitar tu molestia entregando una carta en la Alcaldía.
Recibí muchísimas llamadas de diversos medios, no quise hablar. De hecho esperé casi una semana una respuesta o explicación que nunca llegó. Decidí dejar una carta en la Alcaldía dirigida al Alcalde Christian Vittori porque al tratarse de un evento municipal, me parece que es él quien debe dar al menos una explicación. Me acompañó un grupo personas entre ellas Elena Varela, a quien admiro por su apoyo al tema Mapuche y trabajo documental; Se sumó también la ex candidada a la alcaldía de Maipú Claudia Mix, gente del partido Humanista, del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, de la Fundación Zamudio, hasta Marco Enríquez-Ominami.
Generó harto interés esta situación.
Creo que cualquier cantautor de peña hubiese querido ser yo en ese momento. Convocó a muchos actores ligados a la izquierda… Con esto no quiero plata, ni figuración, ni llevar al alcalde a tribunales. Bastaría con una disculpa; No puede pedir explicaciones un ciudadano a una autoridad acá en Chile? Ese es el verdadero debate tras toda esta situación.
Chile es un invento
¿Te sientes un mapuche, chileno, maipucino? ¿Despierta en ti un sentido de identidad o pertenencia alguno de estos conceptos?
Mis abuelos se fueron del Wallmapu, el país libre Mapuche, tras la revolución industrial que vivió Chile. Eso significó que yo tuviera que nacer en Santiago, en La Florida, en un hospital público. Fui criado como chileno en un colegio con nombre en inglés que no tenía ni ventanas. La herencia mapuche más que recordármela yo o mi apellido me la recuerda la gente, entiendo que tiene una carga revolucionaria y rebelde. No creo en el concepto y estética de los países, Chile es un invento, me siento más identificado con el Wallmapu, del que reconozco sé poco, no he estado viviendo allá. Tengo invitaciones de harta gente y espero concretar algo este verano.
¿Y lo maipucino?
Viví toda mi adolescencia y juventud acá, me identifico más con la gente de Maipú que con la comuna, me gustaría que fuera distinta en muchos sentidos. Me gustaría que se convirtiera en una ciudad cultural, con un barrio graffitero, con más colegios artísticos y menos colegios de curas.
Tu figura y situación actual resultan atractivas entendiendo esta búsqueda de líderes y nuevas voces no sólo en la música sino que también a nivel político y social. ¿Asumes ese llamado?
Yo creo que hay cosas que no dependen de mí pero aportan a eso de perfilarme como líder o figura reconocible en varias luchas, por ejemplo mi apellido, si hubiese sido García u otra cosa nadie me pesca. Tiene que ser este joven mapuche libertario y con un mechón para el lado en el pelo. Son cosas que yo no he buscado, no he tenido que fingir ni cambiar nada para que esto pase. Muchos se ha sumado en el camino y me han respaldado pero yo simplemente he hecho lo que he sentido y querido. Hay gente a quienes les agrada que un niño de 23 años le pare la mano a un Alcalde, a ustedes los medios por ejemplo les gusta más que a mí esto de inventar líderes y crear conflictos, vivirlo no es tan entretenido.
Antileo comenta que no descarta irse del país, incluso de manera permanente, también sobre lo agotador que le ha resultado el episodio vivido en el festival de la juventud y la posterior entrega de la carta en la Alcaldía, es una situación que no buscó ni generó y que ya le tiene medio aburrido y cansado. Principalmente quiere continuar haciendo música y creando. Antes de salir de “La Higuera” nos abordó un parroquiano quien aseguró poder vaticinar aspectos de nuestras vidas. Sorprendidos y atentos escuchamos, no revelaremos detalles… Al despedirnos pregunté a Camilo si el hombre había acertado en algo, “Creo que sí” me dijo.
Comunicador y gestor cultural maipucino. Con estudios en antropología sociocultural. Locutor en radio y presidente de Nación Cultural de Maipú, la primera corporación cultural de la comuna.
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